Café Pe: El rincón de la buena suerte


Dirección: Gálvez 213, Valparaíso / Teléfono: +56.9.98.77.93.35 / Horario de atención: de miércoles a lunes, desde las 9:00 hasta las 23:00 hrs. Martes, cerrado.


Me cuesta pensar a Café Pe como un espacio que simbolice algo más -o distinto- que la buena suerte.

Entré de casualidad -luego de un día espantoso- sólo porque desde lejos me pareció que tenía una vista muy particular: un Valparaíso desde atrás, desde dentro... desde el patio.


Llamada sólo desde una ventana, al entrar descubrí un espacio hermoso, escondido, que llama a la calma.

Bien podrías croquiar la ciudad o sentarte a escribir una opera prima desde las mesas que están al lado de la ventana, donde crece hierba buena (orégano, perejil y menta), gracias al ingenio de Martha.


Martha Nolberto es la dueña de Café Pe. Si vas, la vas a conocer inmediatamente ya que es de baja estatura, pero tiene una grandeza que desborda independencia y valentía.

Llegó a Chile desde Lima, pasando antes por Brasil, donde también emprendió exitosamente, pero su afán de conocer el mundo la trajo hasta Valparaíso.






Completamente sola y gracias a su propio esfuerzo, levantó este café donde todo habla de ella y de esa Lima gris maravillosa y amable que te atrapa en su historia.

De fondo, suenan balsesitos peruanos a volumen amable, donde puedes escuchar perfectamente hasta lo que piensas. Insisto en que había tenido un día atroz, pero al entrar a Café Pe, tuve la paz (en efecto, esa es la palabra) para pensar mejor las cosas. Con calma.

Luego de conversar un rato con Martha, de di cuenta de que estaba quejándome de sobra en este espacio levantado a pulso y en una nación extraña. Yo nunca he hecho algo así y no me resulta difícil imaginar lo complejo que debe resultar levantar un negocio sin tus redes de apoyo y en un país que no es el tuyo.



Para endulzar la vida, llegó un exquisito jugo de arándanos con chirimoya que me hizo olvidar rápidamente la negrura de mis pensamientos. Para acompañarlo, un maravilloso helado de mora-chocolate con crema que fue una maravilla.



Martah me comenta que es para veganos: "lo bueno es que puedes comer tranquila ya que es todo natural y está hecho sin lactosa" la verdad es que mis hábitos alimentarios no son de gran cuidado y la premisa siempre es el sabor. Generalmente soy resistente a comer cosas veganas por el prejuicio de que pueden ser fomes, pero este helado nada tenía que envidiarle a los del Emporio la Rosa o a los de cualquier heladería especializada.




Pero eso no es todo. Café Pe ofrece las maravillas gastronómicas del Perú para almorzar o cenar en esta casa que más que casa es en realidad un oasis.

Según la misma Martha, su fuerte son los ceviches. Un imperdible si estás en Valparaíso y te gusta el pescado fresco y, más encima, hay 3 variedades (que yo, en lo personal desconocía): "Está el ceviche apaltado, para los fanáticos de la palta, el clásico con leche de tigre, camote, canchita y maíz del perú, y el ceviche nikkei. El ceviche es lo que más me gusta preparar".







Y para la once, tenemos distintos tipos de pasteles y tartas, además de una variada oferta de té y café. Mira, acá tengo un cheese cake de mango que a Nicolás le queda exquisito.

En ese instante, Martha se para de la silla y le dice a Nico que prepare un plato precioso para que disfrutemos juntas de un pedacito, que rápidamente llega a la mesa. Y es que para Martha, todo debe ser perfecto y bien cuidado. Cada plato es una obra de arte.





Después de comer y conversar, me quedó la sensación de que mi suerte había cambiado.

Tuve espacio para desconectarme con la mejor compañía y una comida exquisita. Al final de cuentas, todo mi día sirvió para terminar en Café Pe y pasar un momento realmente placentero donde puedes salir del vértigo del cotidiano para entrar en un espacio reflexivo donde la autocompasión no cabe, porque Martha tiene fortaleza de sobra para entregar a cada uno de sus clientes.

Al salir de Café Pe, seguí con mi día con otra actitud y todo me resultó excelente y pude llegar a casa orgullosa por lo hecho, lejos de la actitud derrotada con la que me arrastré todo el día.

De pronto, eso es todo lo que necesitas y es bueno hacer un alto. Para eso, Café Pe está pintado.

Gracias a Martha por tanto cariño y a Nicolás, por la deliciosa experiencia que endulzó la vida.

Después de esto, me encontrarás razón de que es un rincón de la buena suerte y no te queda otra que, cuando sientas la presión del día, ir a mirar desde esta ventana que te invita a mirar Valparaíso y a ti mismo, desde adentro. Luego de eso, nada puede salir mal.

¿Cómo llegar?





En Facebook: @cafepe.valparaiso

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