Palacio Baburizza



Teléfono: +56.32.22.52.332 / Horarios de atención a público: Mar - Dom: 10:30 - 18:00 / Dirección: Paseo Yugoslavo 176, Cº Alegre, Valparaíso. / Contacto: contacto@museobaburizza.cl


El Palacio Baburizza es un inmueble construido en 1916 en el cerro Alegre de Valparaíso por los arquitectos italianos Arnaldo Barison y Renato Schiavon para la familia Zanelli.

Su nombre es en honor a su segundo propietario, el empresario croata Pascual Baburizza, que adquirió la mansión en 1925. 

La casona se convirtió en sede del Museo Municipal de Bellas Artes de Valparaíso en 1971 y ocho años más tarde fue declarada Monumento Histórico.


HISTORIA

La construcción de la casona la encargó Ottorino Zanelli (¿? – 1916), un emigrante italiano originario de la provincia de Savona, quien llegó a Chile en la segunda mitad del siglo XIX, acompañado de sus hermanos Julio, Nicolás y Enrique y un primo. 

Se instalaron primero en la provincia de Tarapacá y se dedicaron al comercio de alimentos y otros productos para abastecer a las pulperías de la zona. En 1882, los cuatro hermanos formaron una sociedad; compraron la oficina salitrera Aguas Blancas, en Antofagasta. Zanelli fue cofundador de la Compañía de Bomberos Pompiere Ausonia de Iquique y se casó en segundas nupcias con la porteña Margarita Morales, con la que tuvo siete hijos: Amalia, Armando, Raúl Luis, Renato, Carlos y Florencio.​ 

En 1914 compró el sitio en el cerro Alegre donde los arquitectos Barison y Schiavon le construyeron su residencia, que no alcanzó a disfrutar pues murió el mismo año en que acabaron de levantar la mansión. 

La viuda vendió en 1925 la casa a Pascual Baburizza, considerado en la década de 1930, uno de hombres más ricos de ChilePascual era un croata que, como los Zanelli, había llegado al norte de Chile y había hecho fortuna en la zona del salitre.

Don Pascual Baburizza 1875-1941

Barison y Schiavon se inspiraron en la estética modernista, más específicamente en la corriente del Art Nouveau austriaco, el Jugenstil. 

Ambos arquitectos habían estudiado primero en la Escuela Industrial de Trieste y luego en Viena.

Llegaron a Valparaíso poco después del devastador terremoto de 1906, en un periodo de auge urbanístico y reconstrucción de la ciudad.

Valparaíso, después del terremoto de 1906 / Foto de Santiago Nostálgico en Flikr


La arquitectura de la casona "corresponde a las típicas construcciones del centro de Europa y que se encuentran en el norte de Francia, sur de Alemania y en los alrededores de Praga". Sus símiles son la mansión de Joseph Maria Olbrich en Darmstadt, la casa Tassel del belga Victor Horta en Bruselas o la villa Majorelle del arquitecto francés Henri Sauvage, en Nancy.

Fachada de la casa Tassel, en Bruselas.


Cuando compró el palacio, Baburizza realizó algunas modificaciones importantes en su interior. Así, donde había una gran terraza, agregó un salón, donde instaló la chimenea de mármol. Para decorarla, encargó un gobelino francés con tema de cacería. Agregó un piso, la mansarda, para lo cual subió el antiguo entretecho, y coronó la parte más alta de la casona con un torreón.

Chimenea palacio Baburizza


Baburizza escogió al arquitecto Vicente Colovic para que realizara las modificaciones estructurales y de los espacios interiores de la casa. Calovic fue asimismo el encargado de construir en 1929 el paseo delante de la mansión. Donado por el empresario a la municipalidad, esta le cambió el nombre de paseo Americano por el de Yugoslavo en honor a la procededencia del benefactor.

El palacio tiene cerca de dos mil metros construidos repartidos en una planta baja o zócalo, dos pisos con salones y salas de estilo con sobrios artesonados. Una mansarda, una amplia escala al segundo piso, ascensor interior y otros espacios, más los jardines y terrazas. Actualmente, la mansión de Baburizza y la de atrás, donde vivía su sobrino, están unidas por un patio interior en el primer nivel y un puente vidriado en el segundo. Exterioremente, la fachada del palacio es continua y no se aprecian diferencias entre las dos construcciones.



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De la imponente puerta principal de madera destacan los adornos de metal y las dos columnas que la escoltan. El edificio adjunto tiene relieves, capiteles, ventanas de madera, decoraciones de hierro y diversas figuras. Los decorados en forma de espirales tanto en muros como en rejas recuerdan el estilo del pintor Gustav Klimt y los decorados de la villa del pintor bávaro Franz von Stuck. Los bajo relieves contienen formas y figuras enigmáticas como los triángulos dentro de triángulos en las canaletas de agua.

Los artesonados de los techos de los salones principales son valiosos, así como la marquetería de los zócalos y el diseño de las chimeneas. Una de ellas es de mármol veteado y está enmarcada por un gran gobelino francés; hay otra sencilla en el salón contiguo y dos de revestimientos en madera y cerámicos, que originalmente se alimentaban con gas. Una de estas se encuentra en el hall de los salones interiores, con predominante estilo art-decó.



Son destacables las dos puertas de rejas, una en la pasada del primer piso, y otra antes del que era el dormitorio de Baburizza. En el segundo piso se ubica un mirador saliente de esquina que permite una vista hacia el paseo, plaza y calle Montealegre, algo común en la arquitectura alemana y austriaca.

En el exterior destacan los grandes faroles en fierro forjado y toda la cerrajería, herrería y enrejados que fueron realizados en los talleres de Alejandro Santambrogio; así como los yesos, mármoles y relieves escultóricos de Carmelo Faggioni. Los zócalos, la puerta principal y otros ornamentos son ricos en maderas nobles provenientes de la Fábrica de Muebles Artísticos de Félix Mazzoni. Todo se conjuga con los juegos de aleros, salientes y vanos terminados en una techumbre de cobre envejecido.

Los salones patrimoniales del primer piso conservan su aspecto original —con los nuevos elementos museográficos indispensables como iluminación, cámaras de vigilancia, alarmas, sistemas antincendio, filtros en ventanas y persianas—, pero las demás dependencias han sido adaptadas para su función de museo. Se ha rehabilitado el antiguo ascensor interior de la casa y agregado uno nuevo desde el acceso a la extensión.

La municipalidad compró en 1971 el palacio a los herederos del empresario croata y lo convirtió en sede del citado museo. 

Veinticinco años después, este cerró debido a su deterioro. 

El edificio pasó diversas etapas de restauración. Así, En agosto de 2008, el Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano de Valparaíso (PRDUV), que depende de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, terminó la primera fase de recuperación, que contempló la estabilización del torreón. En una segunda etapa, realizada entre diciembre del 2009 y febrero del 2010, se repararon los daños causados por la humedad, tratamiento fitosanitario y obras de seguridad del sistema eléctrico y de la red de agua. 

La última fase de restauración se realizó de acuerdo un proyecto coordinado por el arquitecto Mario Pérez de Arce y, finalmente, el palacio fue reinaugurado por el entonces presidente Sebastián Piñera el 27 de septiembre de 2012.



El inmueble fue declarado Monumento Histórico por el decreto 1876 del 19 de julio de 1979.

Coleccionista de arte, Baburizza legó sus cuadros a Valparaíso, que pasaron a integrar los fondos del Museo Municipal de Bellas Artes y que hoy constituyen la Colección Europea que se exhibe en el primer piso.

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